Puede que el título de esta obra de John Longhurst traducida al español en 2019 suene beligerante, pero es que este autodenominado ciclista urbano o ciudadano que ha decidido hacer uso de la bicicleta como medio de transporte en su ciudad, nos ofrece una perspectiva novedosa desde su condición de profesor universitario de Historia de Políticas Urbanas y Medioambientales
Esto puede hacernos una idea del estilo de la obra completa, pero lejos de ser árido, nos sitúa en los antecedentes que se dirimieron con la irrupción de este medio de locomoción en el siglo XIX en el contexto de la realidad norteamericana y que tomó los referentes en cuanto a su ordenación jurídica del país de las leyes inglesas.
Dicho esto, sorprende que muchos de los temas que hoy en día parecen pendientes de solución en lo que respecta a la movilidad urbana lo sean de nueva aparición. Cierto que es que los actores pueden ser distintos, por ejemplo, las bicicletas comparten espacio con vehículos a motor y no con animales; o pueden haber surgido una nueva tipología de vías públicas, pero reproches habituales en la actualidad como el derecho de uso, quien debería pagar una infraestructura, si deben gravar con un impuesto la circulación de bicicletas, etc. Ya están resueltas conforme a derecho desde el origen de su uso.
Por tanto, es de agradecer su lectura para hacerse una composición de lugar de qué derechos y deberes debería ocupar la bicicleta como elemento de movilidad en el ideario colectivo de las sociedades actuales.
Si el reparto del espacio público, como bien común de los ciudadanos, además de ser consecuencia de decisiones que se han ido determinando anteriormente a nuestra realidad han sido arbitrarias, influenciadas por algunos lobbys o simplemente son sobrevenidas.
En cualquier caso, es mejor no estar a la defensiva y disfrutar de esta sana afición, que es darle al pedal.
Lonhghurst, John (2019). Las batallas de la bici. Pamplona: Katakrak ISBN 9788416946334